viernes, 7 de diciembre de 2012

LETEO




Quiero pensar que el azar no existe

(ni la oculta y minuciosa maquinaria)

Que esos rostros

Esta hora y lugar

(los símbolos que agrupo)

No son capricho inexorable

No quiero mi alma temblorosa

Agitada por una mano secreta

Suponer el próximo minuto

Escrito desde siempre en la tabla del universo

Pensar en la libertad y el complejo amor

Como signos inconciliables

Renunciar al anhelo (y su búsqueda infinita)

A la clarividencia de la blanda piedra

Al color del sonido y la luciérnaga

Contemplados por unos ojos ajenos

Quisiera sobrevivir al insomnio de la memoria

Que no sucumbe al engaño

De adormecidas palabras

Llegar al venturoso río

Abrir alguna vez

Esa única puerta que

Como los ojos de Argos

No se cerrará jamás


Mariano Esquivel
Caracas, 1996



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