jueves, 27 de diciembre de 2012



SEMANA VEINTE



Ahora

Dejo en equilibrio

El jacinto y la piedra

Entrego al desorden de mis horas

Las riendas de mis nervios

La actitud de mis deseos

Los dioses de mis ocasos

Los amores que perdí

Y sólo recupero a medias

Los fantasmas de la memoria

Que me visitan vívidos

En noches de espanto

Los ojos que remueven a ciegas

Imágenes oscuras

Recicladas en el vacío

Apoyadas en el tiempo

Entre vistas como tallos de luz

Como hojas de sombra

Como el sonido que se libera con fuerza

Y siempre llega tarde

Mariano Esquivel, Caracas 1994

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