sábado, 22 de diciembre de 2012




LA CASA

Soy una devoción

Una reverencia

La llama temerosa

Cada cirio encendido

Vertiendo lágrimas al cielo

La suma de los fuegos parpadeando

Con ojos brillantes

Soy una letanía de cansada promesa

Un murmullo de rodillas

Besando el mármol postrado

Soy un rito desarticulado

Una oración elevada (develada

cuántas veces repetida)

Soy mi altar

Soy mi fiel

El penitente

Soy el sacrificio

La cabeza reclinada

La mano de Abraham

El cuchillo temblando

Y la piedra agrietada

Soy llanto brotando y otro ya seco

Vapor de aceite

De incienso 

Humo exhalado

Soy la ceniza borrada

Flotando en el aire

Mariano Esquivel, Caracas 1992

No hay comentarios:

Publicar un comentario