domingo, 9 de diciembre de 2012






PLEGARIA



A Alejandra



No vuelvas a las cavidades de la tristeza

No visites la casa donde asechan 

Arcanas pesadillas

No temas la fragilidad del hielo

Que besa reverente 

El calor de tus pisadas

No temas el agua

Que sostendrá sin dudarlo

El peso del ángel que camina 

No regreses a los laberintos solitarios

Destinados a míseros  condenados

No dejes al que pronto será ausente

No dejes de brillar 

Cuando el mar lo llena todo

Y la noche multiplica la soledad del naufrago

Ya sabes

Quién atraviesa las tinieblas

No ve la brújula ni el sextante

Quién atraviesa las brazas

Sólo quiere su jardín

Su anhelado paraíso

No apagues la lámpara ni retires el bastón

Ahora que no hay mapa ni Virgilio

No escondas la luz de los olvidados

Tambaleantes palpando la oscuridad

Temblorosa que no cesa 

Sin el fulgor de tus rendijas

Sin el alivio luminoso de tus palabras

Ávidas de hambrientos extraviados

No cortes el hilo

Mientras vigila el Minotauro 



Mariano Esquivel
Caracas, 2005 


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