RESCATE
Estás
a mi lado, estoy asomándome a tus ojos. Descubriendo que la cercanía de esos
labios repiten la imagen de un sueño. Me entristecía la duda de que fuesen los
sueños del iluso, condenado a no hallarlos jamás. Y ahora están ahí, unidos al
sonido de tú respiración. Hay un momento de miedo, el temor despiadado de que
esa magia sea irreal. Quiero seguir mirándote, pero no puedo, los ojos se
cierran como si cayeran reverentes en presencia de los tuyos. Sobreviene un
instante de vértigo, hasta que encuentro tus labios que suspenden esa dulce caída.
El universo queda concentrado en ese momento repentinamente dilatado… como
tocar una gota de agua y hallarse súbitamente sumergido en el mar. Ese suave
contacto me anula por completo y sólo existo para sentir tus labios. Es un
dialogo secreto, un compás que sólo ellos comprenden, esa inasible comunión de
todos los sentidos que danzan entrelazados con dedos invisibles regidos por los
labios, labios ávidos de ese tibio aliento que quiero beber todo. Quiero ser
parte de tu boca y quedarme allí para siempre, en ese paraíso cristalizado de
juegos, que puerilmente exploran ese milagroso espacio ciego. Todo mi ser
quiere volverse uno contigo porque ha encontrado la puerta que comunica con tu
alma. Mis labios saben lo que sienten cuando encuentran los tuyos, pero no
pueden pronunciarlo.
Mariano Esquivel, Caracas 2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario