miércoles, 9 de enero de 2013




EL ANHELO



                                                                                                                  La meta es el olvido.
Yo he llegado antes.

Jorge Luis Borges.


Yo quería partir de un punto


De tu imagen

Como un jeroglífico

Como emprender un viaje oscuro o divino

De las entrañas dónde el vértigo tiene origen y destino

Del cuaderno trazado de entre sueños

Donde guardo un papel que te reproduce sonriendo

Apoyada en una mano envidiada por las mías

Tenía entonces como ahora

Otras imágenes tuyas

Que visitan la playa inconstante de mi memoria

La misma que sostuvo las huellas de los pies pequeños

Que el mar no borrará jamás

(pues son parte de la eternidad

y no de nuestro tiempo sucesivo)

Y juegan y flotan acunados en su espuma

Esa soledad temblorosa del alma...

Quería partir de una palabra

Una fracción

Una página anhelosa

No sé cual

(escondida todavía)

Del reflejo en los ojos

Disco de bronce abrazado por la noche

Quería partir del licor

Que hace más roja la sangre

De la geometría celeste de los pájaros

De la piel ruborizada por el sol

Del espíritu

Símbolo perpetuo

Más incorruptible que el barro gris

De la más perecedera ciénaga

Quería partir del humo

De la confusión edificada en Babel

Del agua ardorosa

Cristalizada en la mirada que hizo borrosa la luna

Del silencio

Más elocuente y mejor artífice de las palabras

Conocedor de la falacia

Del error

Del desencanto de la voz que vacila

Del temor

La más heroica y dolorosa de las fuerzas

De ese algo roto

Tejido de fragilidad

Quería partir del espejo atribuido a Dios

Que repite todos los hombres

Y acuñó tus rasgos

Y el común llama ira

Quería partir del ímpetu

Destructor de iconos y disfraces

Quería partir de un lugar en no sé dónde

Hallar las claves

No razones inútiles

Habría querido

Claro...




Mariano Esquivel, Caracas 1997



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