EL
ANHELO
La meta es el olvido.
Yo he llegado antes.
Jorge Luis Borges.
Yo quería partir
de un punto
De tu imagen
Como un jeroglífico
Como emprender un viaje
oscuro o divino
De las entrañas dónde el
vértigo tiene origen y destino
Del cuaderno trazado de
entre sueños
Donde guardo un papel que
te reproduce sonriendo
Apoyada en una mano
envidiada por las mías
Tenía entonces como ahora
Otras imágenes tuyas
Que visitan la playa
inconstante de mi memoria
La misma que sostuvo las
huellas de los pies pequeños
Que el mar no borrará
jamás
(pues son parte de la
eternidad
y no de nuestro tiempo
sucesivo)
Y juegan y flotan acunados
en su espuma
Esa soledad temblorosa del
alma...
Quería partir de una
palabra
Una fracción
Una página anhelosa
No sé cual
(escondida todavía)
Del reflejo en los ojos
Disco de bronce abrazado
por la noche
Quería partir del licor
Que hace más roja la sangre
De la geometría celeste de
los pájaros
De la piel ruborizada por
el sol
Del espíritu
Símbolo perpetuo
Más incorruptible que el
barro gris
De la más perecedera
ciénaga
Quería partir del humo
De la confusión edificada
en Babel
Del agua ardorosa
Cristalizada en la mirada
que hizo borrosa la luna
Del silencio
Más elocuente y mejor
artífice de las palabras
Conocedor de la falacia
Del error
Del desencanto de la voz
que vacila
Del temor
La más heroica y dolorosa
de las fuerzas
De ese algo roto
Tejido de fragilidad
Quería partir del espejo
atribuido a Dios
Que repite todos los
hombres
Y acuñó tus rasgos
Y el común llama ira
Quería partir del ímpetu
Destructor de iconos y
disfraces
Quería partir de un lugar
en no sé dónde
Hallar las claves
No razones inútiles
Habría querido
Claro...
Mariano Esquivel, Caracas 1997
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